
Marruecos es un destino fascinante con una rica historia, cultura vibrante y paisajes espectaculares. Aunque Marrakech es la ciudad más visitada, el país esconde muchos otros lugares igual de interesantes y menos concurridos. Si deseas explorar más allá de Marrakech, encontrarás ciudades y pueblos que reflejan la esencia del país.
1. Fez: La Joya Histórica de Marruecos
Fez, una de las ciudades más antiguas, conserva la medina medieval mejor preservada del país. Su laberinto de calles estrechas, los bulliciosos zocos y los majestuosos monumentos hacen de ella un destino imprescindible. La UNESCO la ha reconocido como Patrimonio de la Humanidad.
Lo más destacado: La Universidad Al Quaraouiyine, la más antigua del mundo, y los curtidores de Fez, donde aún se utilizan métodos tradicionales.
Por qué visitarla: Ideal para los amantes de la historia y la cultura. Sus callejones revelan la esencia auténtica de Marruecos.
2. Chefchaouen: La Ciudad Azul
Ubicada en las montañas del Rif, Chefchaouen destaca por sus casas pintadas de azul vibrante. Su ambiente tranquilo la convierte en el refugio perfecto para quienes buscan relajarse lejos del bullicio.
Lo más destacado: Las calles de la medina, la Plaza Uta el-Hammam y las vistas panorámicas desde el Montón de la Miel.
Por qué visitarla: Un paraíso para los fotógrafos y los amantes del senderismo, gracias a su cercanía al Parque Nacional de Talassemtane.
3. Meknés: La Ciudad Imperial Menos Conocida
Meknés, una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos, sorprende con su arquitectura y herencia histórica. Fundada en el siglo XI, fue la capital durante el reinado de Mulay Ismail.
Lo más destacado: La Puerta Bab Mansour, el Palacio Real y las Cisternas de Moulay Ismail.
Por qué visitarla: Brinda una experiencia más tranquila que Marrakech o Fez, pero con un legado arquitectónico impresionante.
4. Essaouira: La Perla del Atlántico
Essaouira, con su puerto pesquero y murallas históricas, ofrece un ambiente relajado y un fuerte vínculo con el océano. Sus playas son ideales para deportes acuáticos como el kitesurf.
Lo más destacado: La medina, declarada Patrimonio de la Humanidad, el puerto y la Plaza Moulay Hassan.
Por qué visitarla: Perfecta para disfrutar de mariscos frescos, recorrer sus murallas o relajarse con la brisa marina.
5. Tánger: La Puerta de Marruecos
Tánger, ubicada en el norte, ha sido un punto de encuentro entre África y Europa durante siglos. Su medina laberíntica, casas blancas y ambiente cosmopolita la convierten en un destino único.
Lo más destacado: La Cueva de Hércules, la Plaza 9 de abril y el Puerto de Tánger, con vistas al Estrecho de Gibraltar.
Por qué visitarla: Su mezcla cultural y su historia la hacen ideal para quienes buscan un Marruecos moderno con encanto tradicional.
6. Ouarzazate: El Portal al Desierto del Sahara
Ouarzazate, conocida como la “puerta del desierto”, es el punto de partida para explorar el Sahara. También es famosa por sus estudios cinematográficos, donde se han rodado películas icónicas.
Lo más destacado: El Kasbah de Ait Ben Haddou y los estudios de cine, que permiten recorrer sets de producciones legendarias.
Por qué visitarla: Ideal para quienes sueñan con descubrir el desierto o conocer el impacto del cine en Marruecos.
7. Tafraoute: La Magia del Anti-Atlas
En el corazón de las montañas del Anti-Atlas, Tafraoute impresiona con sus formaciones rocosas y paisajes únicos. Es un destino perfecto para senderistas y amantes de la naturaleza.
Lo más destacado: Montañas rosadas, rocas esculpidas por la erosión y pequeños pueblos bereberes.
Por qué visitarla: Una escapada ideal para desconectar del ruido urbano y descubrir la hospitalidad bereber.
Conclusión
Marruecos es mucho más que Marrakech. Desde las históricas Fez y Meknés hasta los encantadores pueblos de montaña como Tafraoute, el país ofrece diversidad cultural, paisajes únicos y una calidez inigualable. Explorar estos destinos menos conocidos garantiza una experiencia auténtica e inolvidable.
